jueves, 19 de abril de 2018

Irusu 居留守

Te escondes tras tu muro impenetrable, tan solo titila una tímida luz a través de tu ventana.
Pero ya no es la llama que me gritaba "¡ven!".
Ahora sólo llega silencio desde tu lado del muro.
Mi voz llamándote sólo alcanza a recibir su propio eco por respuesta.

¿Dónde quedaron tus palabras, tus susurros y caricias?
¿Dónde aquellas emociones, aquellas ilusiones, aquellas ganas?
¿Dónde guardaste nuestra historia, nuestro cariño?

El amor es una planta que necesita luz, necesita que lo cuiden y que lo alimenten.
No se puede guardar en un cajón para sacarlo de paseo un día que estemos aburridos.
Se marchita. Se deshace y vuela llevado por el viento.

Quizá no era amor de verdad; quizá sólo era de plástico. En ese caso, es mejor que deje ya de acudir con mi regadera llena para alimentarlo.

Sin embargo, no puedo estar segura. Me encuentro parada en una encrucijada del camino, y no sé qué dirección tomar: el agua o el desierto.

Michael Cheval - Abril


Háblame. Simplemente háblame. Cuéntame qué hay al otro lado del muro. Dime por qué finges no estar en casa. Dime en qué camino estás y si quieres que te acompañe. Pero rompe el silencio, mírame a los ojos y habla conmigo, porque si no lo haces... pronto no habrá más remedio que abrazar mi petate y me alejarme con pesar y paso ligero.

La vida es demasiado corta como para estar parada esperando algo que no tiene intención de venir...

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Avanyárima: "lo que no debe ser contado".
¿O sí?
Este es mi blog poético, en el que doy libertad creativa a mi mente en una orgía de ensoñación, catársis e imaginación a partes iguales.

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