miércoles, 27 de abril de 2011

Querer y no poder...

Exhiliada del Paraíso...otra vez.
Nunca imaginé que deseara tanto unos labios, que al cabo de diez minutos echase de menos unas caricias, el aroma de un cuello, el sonido de una voz...

Nunca pensé que mirar al sol doliese tanto, y más tras llegar a la certeza de que nunca podré acariciar realmente su belleza.

No puedo alcanzarlo...es imposible. No puedo acercarme, no puedo mirarlo sin perderme en su inmensidad, no puedo alejarme porque no sé estar sin su calor...

Trato de olvidar que una vez miré más allá y vi su luz. Trato de averiguar cómo dejar de estar incompleta sin él...
Intento alejarme de los pensamientos que me adiccionan a su calor, que me hacen soñarlo de día y añorarlo de noche.


Es difícil tener la certeza de que un final debe llegar, que alejarse es la única solución para dejar de derramar lágrimas que nunca regarán unos pastos,que no existen ni podrán hacerlo.
Pero es igual de complicado, de hiriente para el alma, elegir el momento en el que decir: "Nunca más".

Querer y no poder....Tocar y quemarse... cuando todo está hecho para desaparecer, elegir el momento de terminar es lo más complicado.

Yo sólo sé que no quiero perderme en el vacío todavía...No me importa el mañana, sólo quiero su luz hoy...

jueves, 21 de abril de 2011

Cantos de batalla.

Al lanzarme a la batalla de esta vida de locura, parecía que tenía bastante con sólo esta armadura.
Pero las flechas poderosas de un ángel endemoniado, me llenaron de profundas heridas que sangraron mi alma.
Curarlas es complicado, pues no tengo quien lo haga, y los pocos ungüentos que las calman son fugaces y costosos.
Sólo busco de la contienda una victoria o la muerte, pues seguir en este brete me tiene ya desfallecida.



Romper las cadenas quisiera, que me aferran a sus ojos, volar libre y sin recuerdos, no anhelar ya más su aliento.

Pero sin embargo siento que no puedo alejarme de aquello que el alma me arrebata. De esa mirada certera que de mi, sin resistencia, se apodera. Condenada me tiene su voz, su abrazo. Presa con gusto me hallo, y mientras así sea, ¡que me hiera!


viernes, 8 de abril de 2011

"Sueños"

Hace calor fuera.
A penas una brisa húmeda me recorre la piel retozando al sol.
Respiro tranquila esperando el momento en que suene el timbre y escuche tu voz.

Van pasando las horas lenta y pesadamente, y al fin, vuelvo a tenerte aquí.

Me miras tímido tras un escudo que intentas mantener en pie. Pero las redes de una lujuria que tejemos inocentemente nos atrapan una vez más.

Ya no hace calor. Ahora hay fuego. Unas llamas que recorren cada poro de nuestra piel, que aceleran el corazón, que derraman los besos en nuestras bocas, en nuestros cuellos desnudos que entremezclados con alientos de pasión.

Pero no es ahora el momento. No debería haber Momento. Sin embargo...

La tentación es demasiado grande como para ignorarla.

Mi calor, tu calor. Nuestros latidos. Tu respiración. Mis movimientos entre los tuyos, y tus caricias llevando el compás.

No es nuestro momento. No puede serlo. Y sin embargo....



domingo, 3 de abril de 2011

Mirando al horizonte desde el tren...

Miro atrás y recuerdo...

...Recuerdo cómo te movías entre la luz y la sombra, intentando ignorar el calor de aquel bar que aturullaba nuestros sentidos, mientras la cerveza fría trataba de calmar una sed que no sabíamos de dónde venia.


...Los cruces furtivos de nuestras miradas, que trataban de encender un fuego que llevaba apagado en mi interior toda una eternidad.
Mi espíritu contradictorio no sabía si quería encenderlo contigo, o si ese calor que brotaba era producto de un anhelo más antiguo que el Tiempo.

Miro atrás y recuerdo...

... cómo finalmente mis ojos buscaron los tuyos. Claros. Puros.
Mis labios te susurraron unas palabras y la pregunta, mi duda, se resolvió con un beso. Dulce. Lento.
Una chispa lanzada de tu corazón al mío prendió en esa hoguera.

Me sonreíste y buscaste mi boca para beberme un poco más.

Me sentía pequeña a tu lado, pero tu abrazo me reconfortaba tanto que no me importó nada más.
Sin embargo, las tinieblas de la distancia separaron tu corazón del mío, tu cuerpo del mío. Tu vida de mí. Ya no podía ver como tu ojos, se clavaban en los míos...

A aún hoy, pese a la distancia, miro atrás y recuerdo, con una sonrisa en los labios, cuan profundo llegaste en mi alma, pues fuiste el único con valor para pronunciar ese hechizo de dos palabras que rompe la cerradura que la guarda.

viernes, 1 de abril de 2011

El eco de tu voz

"Me separo de ti con un beso diminuto en los labios, pero su eco rebota fuerte en mi corazón, como una explosión.

No hay lugar más confortable que junto al calor que desprende tu cuerpo.
No hay sonido más relajante que los compases suaves de tu corazón.

Me inquieta la idea de que ese "hasta luego" podría ser un "adiós". Pero esa sensación de que todo puede acabar mañana es lo que me hace vivir cada momento con total intensidad.

Nunca sabemos qué vamos a encontrarnos al tomar la siguiente curva en nuestro camino.
No podemos controlar todo lo que sucede a nuestro alrededor.

Pero si de algo puedo estar segura es que lo único que sostiene mi cordura es acunarla con el eco de tu voz."

Avanyárima: "lo que no debe ser contado".
¿O sí?
Este es mi blog poético, en el que doy libertad creativa a mi mente en una orgía de ensoñación, catársis e imaginación a partes iguales.

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