Echo de menos cuando te acariciaba detrás de las orejas, mientras me mirabas a los ojos y respirabas con paz.
Me gustaba oír cómo me llamabas nada más levantarme, acompanándome por la casa con paso firme y rápido, no fuese a zafarme de tus mimos.
Me gustaba cuando me recibías feliz al volver a casa, y cómo sonreías con la mirada, verdeamarilla, intensa...
Colándote entre mis pies, jugábamos a atrapar aquella pelota que no era otra cosa que el símbolo de una unión especial que durará eternamente, que muy pocos entienden y sólo algunos comparten. Pero me considero afortunada por haber compartido aquellos días especiales que guardaré en mi corazón junto a todo el cariño que, desinteresadamente, recibí tus mofletes bigotudos.
A Balder y Byron.
3 comentarios:
si es que mira que son majos, guapos y reguapos!
¡Oh, qué bonito! ¡Pues no me he emocionado y todo!
¡Balder y Byron te echan mucho de menos, y nosotros también!
¡Muack!
Ay, mis "sobrinos" bigotudos, ¡cómo los echo de menos!
Por cierto, Celeb...¡acuérdate de la cena pendiente para el 17 de septiembre! :)
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